El problema que padece se llama entesopatía rotuliana y se encuentra en su rodilla izquierda. Esta afección se caracteriza por la inflamación del tendón rotuliano, lo cual produce una inflamación en la rodilla seguido de dolores intensos.
No se trata de cualquier lesión ya que desde hace cuatro meses el tenista no ha tenido actividad dentro de la cancha de juego, y al parecer, de acuerdo con sus médicos, regresaría a jugar hasta el próximo mes de diciembre.
Puntos clave
Según el doctor Héctor Fabio Cruz, este problema se debe a la sobrecarga de trabajo y ejercicio que ha tenido el deportista de 26. “Yo conocí hace tres años los entrenamientos de Rafael Nadal. Es un trabajo de una intensidad máxima y a toda hora. Le ponen arnés, poleas, con unas cargas máximas, para golpear la bola y trabajar la potencia. Por eso él puede responder una pelota a velocidades que sorprenden”, según recoge el periódico de Colombia El País.
“El problema es que Nadal ya no es un niño. Sus tejidos han sufrido mucho y llega el momento en que se van deteriorando las intersecciones de los tendones, que es la entesopatía que tiene. El colágeno de estos sitios se va deshidratando y va provocando unos cambios grasos degenerativos, que llevan a las inflamaciones”, agregó.
Ángel Ruiz Cotorro, médico personal del deportista, explicó que el tratamiento que sigue consiste en realizar el más mínimo esfuerzo, lo cual apenas le permite para hacer algunas actividades en la piscina y un poco en el gimnasio para no perder la condición física.
Recientemente, el ganador de 11 títulos de Grand Slam subió en la red social Facebook una imagen donde aparece jugando golf seguido del siguiente comentario: “Practicando uno de los pocos deportes que los médicos me han permitido ¿Quién no lo haría en este lugar?”, escribió.
Además de interferir en su salud, su lesión también ha repercutido en su descenso del ranking de la ATP ya que del tercer lugar en que se encontraba, ha bajado al cuarto puesto y continuará sin sumar puntos debido a su ausentismo.
También lo ha hecho perderse de eventos importantes como la reciente edición de los juegos olímpicos de Londres, donde además de ser el abanderado por parte de la delegación española, iba a luchar por obtener su segunda medalla de oro.
El abandono de las canchas por causas de salud no es un tema nuevo para el español. En 2003 sufrió una fisura en el codo derecho; en 2004, una escafoides en el pie derecho; en 2005 estuvo tres meses en reposo tras sufrir una inflamación en el pie izquierdo; en 2006 volvió a padecer la misma hinchazón; en 2007 tuvo extraños mareos y calambres; en 2009 tuvo una tendinitis en ambas rodillas; en 2010 repitió otra lesión en la rodilla, y en 2011 tuvo molestias en el tendón del pie izquierdo.
Pese al tiempo que lleva en rehabilitación, Nadal no pierde la fe: “Voy a intentar recuperarme lo antes posible para volver con muy buenas sensaciones, con garantías de poder competir y entrenar todo lo mejor”, comentó en una conferencia de prensa.